lunes, 27 de diciembre de 2010

La vida como una telenovela.

Deje pasar algunos años de mi vida lamentandome.

Casi nada me salia bien, miraba a los ricos y a la gente que tenia lo que yo no y me imaginaba que hacían cosas que yo no sabia y conocían y se desempeñaban tan facilmente en la vida, a mi no me pasaba así, simplemente sobrevivia.

El auto, las cosas, el dinero, ellos podían comprar cosas que yo consideraba caras, a mi la lana no me ajustaba nunca, así que empecé algo, no se si fue cien por ciento consciente, pero lo hice... Empecé a ver que hacían los que lograban cosas, a luchar como gato boca abajo por un lugarcito en el espacio, a soñar, a intentar otras cosas y casi imperceptiblemente a copiar lo que hacia la gente.

No se como fue...

Pero escale rápidamente en la empresa donde laboraba, las cosas me salían, hay veces no era muy consciente de como pero lograba las metas y los objetivos que me trazaban los jefes...

A la par, empecé a tener amistad y luego el compartitr la sensibilidad con artistas que compartian conmigo los mismos anhelos de triunfar, ellos me llevaron a pensar como anarquista; fui falso anarquista, un día defendiendo derechos que no yo tenia claro, manifestándome por la falta de apoyo al arte y renegando del sistema capitalista, que tanto me llamaba la atención...

Seguía triunfando en el trabajo, de manera que tenia dinero entre los carentes anarquistas... Ellos no me aceptaban en mi compacto que en otro tiempo fue un auto de lujo, pero gozaban de los privilegios de un buen restaurante o de un buen vino pagado con mi tarjeta...

Me lleve las quejas de los anarquistas a mi oficina y el dinero que me pagaban con los anarquistas y creo que contamine a ambos...

Me quejaba en la empresa por la falta de oportunidades, estaba cerca de las ligas mayores y no sabia como romper el cordón umbilical, así que mis quejas eren cada día mas...

Hasta que un día, como Cruela de Vil, apareció una mujer que hasta entonces consideraba repugnante, lambiscona, petulante y prepotente... Me escucho en mis lamentaciones y me dijo enérgica: ¡¿Hasta cuando vas a hacer de tu vida una telenovela?!

Ups!!!

Entendí ese día que el malo de la película era yo...

Abrí la puerta, deje de quejarme y me avente a contactarme con los altos directivos, metí las patas una y otra vez, pero lo logre...

Aprendí su lenguaje, sus formas, sus cosas, me di cuenta que ellos tenían traje todos los días y yo pantalones vaqueros con tenis, ellos no bromeaban con loe empleados y yo era un bromista de la comunidad, ellos no estaban en las reuniones sociales y no dejaban mala imagen con el alcohol...

Cosas de forma y otras tantas de fondo, como: Capacidad de análisis, competitividad, objetividad, buenas ideas, leían, se capacitaban etc.

Empecé de nuevo y gane... Un día lo logre, me dieron mi nombramiento a nivel gerencial... Jamás regrese a las ligas inferiores, tampoco a mi grupo de sensibles artistas...

Hice mi propio estilo de vida...




Y seguiré firme hasta llegar a las alturas que Dios ha preparado para mi, seguiré luchando para siempre!

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